SOBRECARGA
INFORMATIVA - INFOXICACIÓN
Se denomina sobrecarga informativa, infoxicación o infobesidad, El término (del inglés information
overload) fue acuñado en 1.970
por Alvin Toffler en su libro Future Shock. Es un concepto
generalmente usado en conjunto con varias formas de comunicación por
computadora tales como el correo electrónico.
Se refiere al estado de contar con demasiada información para
tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema.
Grandes cantidades de información histórica para analizar, una alta tasa de
nueva información siendo añadida, contradicciones en la información disponible,
una relación señal/ruido baja
dificultando la identificación de información relevante para la decisión, o la
ausencia de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información
pueden contribuir a este efecto.
CAUSAS
Este vertiginoso incremento de un 30 % anual, según un estudio
realizado por Peter Lyman y Hal Varian, de la School of Information Management
and Systems, es debido en gran parte a un cambio en el pensamiento humano, un
afán por clasificar y almacenar todo tipo de recuerdos, informaciones y
fantasía mediante el despliegue de todos los medios a su alcance: vídeo, papel,
Internet. Este fenómeno de producción de información que supera a su consumo se
denomina "sobrecarga".
Según Rene Parisuaña, el volumen de
conocimiento acumulado va en subida exponencial desde hace al menos un siglo y
la información científica se duplica cada seis años.
Internet ha pasado en pocos años de
ser un herramienta exclusiva de unas pocas universidades y organizaciones a
introducirse en la mayoría de los hogares de clase media, quedando así al
alcance de millones de personas en todo el mundo, a la vez que las empresas,
que necesitaban un espacio donde intercambiar información y publicitar sus
productos y servicios, aparecieron con fuerza en Internet.
El intercambio de archivos y
descargas de la red también ha experimentado un crecimiento brutal. Los vídeos
y música conseguidos mediante este medio, ocupan, según el informe antes
mencionado, el 70 % de los
discos duros de quienes practican esta actividad.
PROBLEMAS QUE DERIVAN DE ESTA SOBRECARGA
Así, nos encontramos hoy con una red
sobre saturada, llena de información (muchas veces inútil, errónea o incompleta)
y publicidad molesta e inservible (spam, banners, pop-ups).
En un entorno así, la búsqueda de
informaciones concretas se hace dificultosa y la posterior clasificación de la
información por su corrección, calidad, etc. conlleva mucho trabajo.
Las empresas son quienes mayores
problemas tienen para encontrar la información que les es necesaria entre
tantos millones de datos.
POSIBLES SOLUCIONES PARA LA SOBRECARGA INFORMATIVA
Los expertos consideran
extremadamente difícil y laboriosa la tarea de clasificar los millones de datos
que la red contiene.
Estas son algunas de las actuales
herramientas que se usan contra tal avalancha informativa:
·
Los rastreadores de información. Son unos programas capaces de rastrear en Internet y
encontrar y clasificar la información que se busca (datamining). Se
trata de tecnologías del sector de las ingenierías del contenido,
que permiten la extracción y organización de datos que provienen de unidades de
contenido sin estructurar (como sitios web o documentos de texto).
Estos programas son especialmente
útiles en empresas y compañías que precisan diferenciar la información que les
afecta de la que no, entre millones de datos existentes.
·
Barras que suprimen ventanas emergentes. Multitud de portales y sistemas operativos y
exploradores para Internet ofrecen servicios de supresión automática de
ventanas emergentes (banners), que normalmente contienen
publicidad. El inconveniente de estos pequeños programas es que muchas veces
eliminan también ventanas necesarias para la navegación por un sitio
determinado, de manera que debe de habilitarse temporalmente esa opción.
·
Clasificación del correo electrónico. Se trata de un servicio para el correo electrónico
que muchos portales ofrecen ya. Se trata de marcar ciertos mensajes de correo
electrónico como publicidad o no deseados, evitando así recibirlos en la
bandeja de entrada la siguiente vez. Esta
clase de herramientas son muy útiles contra el llamado spam, o
mensajes publicitarios masivos. Sin embargo, muchas veces, cuando alguien a
quien no tenemos en nuestra lista de direcciones nos envía un correo, éste va a
parar a estas sub-bandejas especiales, pudiendo perderle.
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